martes, agosto 23, 2005

El sustento de las parejas

Un famoso maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas que es preferible acabar con la relación cuando éste se apaga, en lugar de entrar en la hueca monotonía del matrimonio.

El maestro les dijo que respaldaba su opinión, pero les relató lo siguiente:

Mis padres vivieron 55 años casados, una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a ras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando sin respetar los altos, la condujo hasta el hospital. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.

Durante el sepelio, mi padre no hablo, su mirada estaba perdida. Casi no lloro.

Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. Él pidió a mi hermano, el teólogo, que le dijera, dónde estaría mamá en este momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturo cómo y donde estaría ella. Mi padre escuchaba con gran atención.

De pronto pidió..*llevenme al cementerio*...

!papá! -respondimos - son las 11.00 de la noche - no podemos ir al cementerio ahora. Alzo la voz y con una mirada vidriosa dijo, No discutan conmigo, por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años...

Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más, fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, con una linterna llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos, fueron 55 buenos años... saben , nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así... hizo una pausa y se limpio la cara. Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis cuando cambié de empleo, continuó. Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad, compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada navidad y perdonamos nuestros errores...

-Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, saben por que... porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera...

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló.

- Todo esta bien hijos, podemos irnos a casa, ha sido un buen día..

Esa noche entendí lo que es un VERDADERO AMOR, dista mucho del romanticismo, más bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas.

Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle. Ese tipo de AMOR era algo que no conocían...



lunes, agosto 22, 2005

La tristeza y la furia

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...

Había una vez...un estanque maravilloso. Era una laguna de agua cristalina y pura donde peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades de verde se reflejan permanentemente...hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciendose mutua compañia la tristeza y la furia. Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos, entraron al estanque.

La furia, apuarda (como siempre está la furia), sin saber por qué, se baño rapidamente y más rapidamente aún salio del agua...pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad así que, desnuda y apurada, se puso,al salir, la ropa que encontro.

Y sucedio que esa ropa no era suya, sino la de la tristeza...y así vestida de tristeza, la furia se fue. Muy calma, y muy serena dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza termino su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo) con pereza y lentamente, salio del estanque.

En la orilla se encontro con que su ropa ya no estaba. Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz y que detras del disfraz de la furia, en realidad...está escondida la tristeza.



domingo, agosto 21, 2005

Diálogo entre el amor y el querer

Hace tiempo tuve un sueño, en el dialogaban el Amor y el Querer.

El querer le decia al Amor.

-- ¿Por qué eres tan eterno?.

Y El Amor con gran paciencia respondió.

-- Quizás sea por que no poseo nada.

-- Eso es imposible, - exclamo el Querer - pesees todas las cosas, como yo ¿A caso no somos el mismo ser?.

-- ¿Tú crees? Pues dime ¿Qué es lo que tu posees?

Respondio el Querer.

-- El amante que posee al ser amado, el político que posee el poder, el religioso que posee la fe, yo poseo todo aquello que quiero.

El viejo Amor le dijo.

n Ves tú mismo te respondes, yo cuando amo no poseo al objeto amado. n n Yo amo a una mariposa en vuelo, amo una flor con su tiempo contado y amo al hombre que en su vida se asemeja al vuelo de una mariposa y al tiempo contado de una flor.

Muy exaltado el Querer exclamo.

-- Eso es una QUIMERA.

En su inagotable paciencia el Amor le responde.

-- El mundo es una QUIMERA. ¿Que crees que soy yo?.